Los castellanistas no estamos
acostumbrados a salir en Televisión; no se nos ocurre ni imaginar el llegar a
ser invitados por La Sexta Noche y poder llegar a discutir con Inda o con
Marhuenda los pormenores de nuestros postulados. Los castellanistas estamos
acostumbrados a trabajar por nuestra tierra. Son ya varias décadas las que nos
avalan en la tarea de construir una sociedad más avanzada, más sostenible y más
justa, en igualdad de derechos y obligaciones que los que tienen los ciudadanos
de otros territorios. Y, además, con especial sensibilidad con el entorno
rural; al fin y al cabo, somos castellanos.
La Comarca de la Sierra de
Guadarrama, por indicadores de densidad de población, no es, oficialmente,
medio rural. Pero lo que sí parece claro es que experimenta los mismos
sinsabores que cualquier otra comarca castellana. Y eso lo vemos claro en el
actual conflicto de Supermercados Gigante, el histórico supermercado serrano.
Bueno, conflicto lo llamamos por acudir a un lenguaje clásico, porque
conflicto no hay: de una parte, el empleador, dividido en dos familias que
pujan por intereses contrapuestos Por otro lado, los empleados, con un comité
de empresa lento, con unas representaciones sindicales (CC.OO. y UGT) que han
actuado a distinta velocidad y dirección y con unos jóvenes trabajadores con
una mirada de resignación que traduce una rabia autocensurada para intentar
hacer las cosas bien.
Y estos últimos, los
trabajadores, son los que han hecho grande este supermercado. Trabajadores que
llevan años sin aumentos salariales, trabajadores que han visto como el Jefe de
Recursos Humanos pertenecía al Comité de empresa, trabajadores que no están
cobrando actualmente su nómina. Estos trabajadores, en estas condiciones, son
los que han hecho que yo y mi familia compráramos en estos supermercados, como
otras tantas familias serranas. Trabajadores sonrientes, con una vocación de
atención al Cliente extraordinaria que no encontraremos en otros supermercados,
siempre disponibles, siempre trabajando.
Este "conflicto" pasará.
Y la comarca morirá otro poco más. Cada día más, seguiremos siendo el parque
temático de fin de semana para los urbanitas. Y nuestros pueblos, cada vez más
silenciosos, más vacíos, más tristes. Nosotros, los serranos, seguiremos
comprando en el escaso comercio local o quizá en grandes supermercados
franceses o valencianos, quién sabe.
Por eso y en definitiva, sirvan
estas líneas de homenaje a los trabajadores y proveedores de Supermercados
Gigante. Que sepan y conozcan que, aunque no seamos de los que salen en
Televisión, los castellanistas siempre enarbolaremos nuestros pendones en
defensa del Común, en su defensa.
Un fuerte abrazo castellanista y comunero.
Por la Sierra. Por Castilla.
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